The Power of Family Support / El poder del Apoyo Familiar
On many occasions, I felt so lonely, confused, and torn apart. I wasn’t sure how I was going to deal with everything that I was encountering. However, reaching out to my family was the last thing I wanted to do because I didn’t want to worry them, and I didn’t want them to find out all the things I was going through. Nevertheless, I have learned that there is nothing more powerful than the support family gives you. I used to take trips to talk to my sisters. I used to call it my “recharging sessions” with my sisters. I could be myself and be transparent about all of my problems, and I knew they would understand me or give me advice and, most importantly, listen to me, cry and laugh with me and support me, which was what I desperately needed at that time. I remember feeling so sad, and out of nowhere, I would receive a call from my older sister as if she knew that I needed her right at that moment.
But I never dared to tell her over the phone all that I was going through. But as the years went by, I was able to open more and more, and I knew they would listen to me and support me no matter what road I decided to take. The power of family is beyond anything we have ever experienced. I have realized that our happiest moments are with the family. The family will stand beside you at all costs, good and bad, happy, and sad. But how do we get to that point? As I grew older, I began to appreciate those moments more and more. I knew that my family was there for me, and that was one feeling I always questioned.
Today I am glad to say that as part of my growth and past experiences, I have learned to love the relationship I have with my family and the unconditional support and love we all give to each other. I used to think that I gave unconditional love and support, but I had to look at it differently and understand that my family also felt the same. They had always given me that unconditional love and support.
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En muchas ocasiones me sentí tan sola, confundida y destrozada. No estaba segura de cómo iba a poder con todo lo que estaba encontrando en mi camino. Sin embargo, acercarme a mi familia era lo último que quería hacer porque no quería preocuparlos y no quería que se enteraran de todas las cosas por las que estaba pasando. Sin embargo, he aprendido que no hay nada más poderoso que el apoyo que te brinda la familia. Solía hacer viajes para hablar con mis hermanas. Solía llamarlo mis "sesiones de recarga" con mis hermanas. Con ellas podía ser yo misma y ser transparente sobre todos mis problemas, y sabía que ellas me entenderían o me darían consejos y, lo más importante, me escucharían, llorarían y reirían conmigo y me apoyarían, que era lo que necesitaba desesperadamente en ese momento. Recuerdo sentirme tan triste, y de la nada, recibía una llamada de mi hermana mayor como si supiera que la necesitaba en ese momento. Pero nunca me atreví a contarle por teléfono todo lo que estaba pasando. Pero a medida que pasaban los años, fui capaz de abrirme más y más, y sabía que me escucharían y me apoyarían sin importar el camino que decidiera tomar.
El poder de la familia está más allá de todo lo que hemos experimentado. Me he dado cuenta de que nuestros momentos más felices son en familia. La familia estará a tu lado a toda costa, buena y mala, feliz y triste. Pero, ¿cómo llegamos a ese punto? A medida de mi crecimiento personal, comencé a apreciar esos momentos cada vez más. Sabía que mi familia estaba ahí para mí, pero esto fue un sentimiento que siempre cuestioné.
Hoy me alegra decir que como parte de mi crecimiento y experiencias pasadas, he aprendido a amar la relación que tengo con mi familia y el apoyo y amor incondicional que todos nos damos unos a otros.Solía pensar que brindaba amor y apoyo incondicional, pero tenía que verlo de otra manera y entender que mi familia también sentía lo mismo. Siempre me habían brindado ese amor y apoyo incondicional.
